La #noche está fresca siento la brisa suave que entra por la ventana,

Miro a través de ella y veo las lucecitas prender y apagar provocando una sonrisa en mi rostro. Juego con mi cabello y pienso en cómo será mi próximo año. Se escucha una vocecita; ¿Mama puedo comer un dulce? Son las 8:00 de la noche, no son horas de comer dulces, debes ir a dormir, mañana tienes que ir al colegio.
¿Y un vaso de leche? Bueno eso sí. Claro, cualquier excusa para no irse a dormir.

Se sirve y se sienta a mi lado y pregunta que estoy haciendo, pero antes de que le conteste mira y me ve escribir, interesándole muy poco me muestra su vaso de leche para que vea las formas que crean las burbujas mientras él les da voz a los personajes que él dice que ve en su vaso. Cierro suavemente los ojos, pero los abro abruptamente porque comenzó a hablarme otra vez. Te lo juro me encanta escuchar sus ocurrencias, pero hay ocasiones que lo único que deseo escuchar son los coquíes y los grillos, a lo que le llamó el silencio de la noche.

Su vaso de leche terminó, le toca bañarse. Este es el ratito que me sumerjo en ese silencio de la noche que te conté.
Es #bello, #tranquilo y #relajante. Amo donde vivo.

Se terminó mi ratito. Ya se bañó y regresó a pedirme que lo acompañe a su habitación para hacer la oración de antes de dormir, quien se niega a tan #hermosa petición, pues allá voy, esto es parte de lo que le he enseñado. El oró y le pidió a Dios que lo ayudara a portarse mejor y que proteja a todo el mundo entre otras muchas cosas.

Bueno estoy agotada, me bañé, me senté en la cama a jugar en mi tableta un poco en lo que me quedo dormida.

See you later...

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